Ser la madre o el padre que tu hija o hijo necesita requiere de un proceso personal de introspección para descubrir las experiencias de tu vida que podrían ser un obstáculo en tu día a día al desempeñar tu maternidad o paternidad.

Empieza revisando tu historia, la relación con tu madre, con tu padre, ¿cómo fue, eran cercanos, cariñosos o por el contrario distantes y fríos? Seguramente no todo era o blanco o negro y lograste conectar con alguno de los dos o con ambos, pero también, es probable, que hayan habido momentos en los que faltaba más comprensión o comunicación.

Sea lo que sea que descubras, no los juzgues, pues intentaron ser una buena madre, un buen padre para ti de acuerdo a sus posibilidades, en la medida en la que su historia se los permitió. Nadie nace sabiendo como ser papá o mamá, la única referencia que se tiene es la vivencia personal, por lo tanto, en ocasiones podemos repetir los patrones y ser una mamá o un papá desde nuestras carencias.

Entender esto es necesario para ser comprensiva(o), y poder perdonar y sanar siendo una madre o un padre más consciente de sus heridas. Recuerda no eres responsable de ellas, pero si eres responsable de trabajar para sanarlas y salir fortalecida(o).

Ten en cuenta que sanar no es un proceso lineal pues implica reconocer tu vulnerabilidad, sin que por ello seas débil, al contrario, te hace más capaz de mostrarte como eres, ser auténtica(o) y honesta(o) con lo que sientes y necesitas.

Para lograrlo deja ir expectativas y no olvides ser amable y paciente contigo misma(o) esto te hará sentir más segura(o) y aceptada(o).

Por otro lado perdonar no es justificar el daño, es reconocer que se cometió una injusticia, que lo recuerdas, pero que ahora lo ves con otros ojos y aceptas que las personas pueden cometer errores.

El perdón tiene muchos beneficios: mejora tu salud mental, reduce la ansiedad y la ira, disminuye el estrés y aumenta la autoestima y la esperanza hacia el futuro.

Si te das cuenta que el proceso de sanar y perdonar te resulta complicado, acude a un profesional. La terapia adecuada te ayudará a llevar mejor estos procesos.

Sana la relación con tu madre, con tu padre, reconcíliate con ella o él, solo entonces podrás empezar a conectar de verdad con tu hija o hijo y sabrás mejor lo que necesita de ti.

María Piedad Martínez Ocádiz.

Referencia:

- Enright, R. (2001) El perdón es una opción. APA.