El secreto, el mejor aliado de la violencia sexual infantil

Guardianes | Escucha·Protege·Atiende

 

Detectar cuando una niña, niño o adolescente es víctima de violencia sexual es complicado porque hay diversos factores que encubren su existencia, siendo el secreto uno de los más usados por los agresores.

El/la agresor(a) es generalmente una persona de confianza para la víctima y para su familia, por lo que fácilmente puede convencer a niñas, niños o adolescentes de no decir nada acerca de lo que ocurre valiéndose de regalos, pero también y en mayor medida, de amenazas, lo que dificulta que se denuncie aún al interior de los hogares.

Entre los factores más comunes para guardar el secreto encontramos que:

  • hay amenazas de daño físico o muerte hacia las víctimas o sus familias.
  • existe miedo de las consecuencias que confesar un abuso pueda traer en lo personal, a la familia e incluso, al agresor cuando este es alguien cercano.
  • existe manipulación por parte de los agresores haciéndole creer a sus víctimas que se trata de un juego o de una práctica “normal”.
  • hay temor de ser acusados de complicidad y complacencia.
  • hay temor a ser rechazados.
  • en el caso de los varones, suelen tener miedo a que se ponga en duda su orientación sexual.
  • existen sentimientos de culpa y vergüenza.
  • no hay un adulto protector a quien contarle lo que ocurre. (Unicef, 2016)

¿Cómo trabajar en la prevención?

Las causas del silencio ante la violencia sexual infantil son difíciles de vencer, sobre todo, si niñas, niños y adolescentes no cuentan con las herramientas necesarias para detectar una situación de riesgo, por ello, es necesario que como padre, madre o cuidador conozcas y enseñes algunos conceptos básicos pero necesarios que pueden prevenir un abuso sexual.

1. Muéstrate abierta(o) para conversar y escuchar atentamente siempre que lo necesiten.

2. Explica a tus hijas e hijos la diferencia entre los secretos buenos y los secretos malos:

  • Secretos buenos: provocan sentimientos y emociones positivas como alegría y felicidad porque no hacen daño a nadie, no se guardan por siempre, solo por un tiempo, por ejemplo: una fiesta sorpresa o un regalo.
  • Secretos malos: provocan sentimientos y emociones de malestar, como tristeza, preocupación, enfado o llanto porque hacen daño a nosotros y a otras personas. Estos secretos son los que hay que contar a las personas adultas de confianza para recibir ayuda.

3. Asegúrales que si te cuentan un secreto que les hace sentir mal, les creerás y no habrá consecuencias negativas para ellos.

4. Explícales que deben compartir los secretos y emociones que les hacen sentir mal con una persona adulta de confianza.

Las estadísticas nos dicen que en muy pocas ocasiones la violencia sexual infantil es detectada a tiempo y en menor medida, denunciada, así que, como adultos protectores de la niñez, debemos de poner nuestro foco de atención en este problema. La prevención y detección del maltrato y la violencia, de cualquier tipo, ejercida hacia niñas, niños y adolescentes es tarea de todas y todos.  ¡Juntos hacemos más!

 

Bibliografía

Unicef. (2016). Abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes. Una guía para tomar acciones y proteger sus derechos. Argentina. Unicef.

Fundación Márgenes y Vínculos. (S/A). Secretos que duelen. Guía para prevenir, detectar y actuar ante el abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. España. Consultado en: https://www.observatoriodelainfancia.es/ficherosoia/documentos/5912_d_GUIA_SECRETOS_QUE_DUELEN-1.pdf

Fundación PAS. (2013). Manual de prevención del abuso sexual infantil. México. Consultado en: https://fundacionpas.org//wp-content/uploads/2017/06/PASProgramaEscaner.pdf

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