Sexualidad, tiempo de cambios

Si bien la educación sexual debería comenzar desde temprana edad, nunca es tarde para hablar del tema con niñas, niños y adolescentes, teniendo claro que esta va cambiando conforme se desarrollan.
Las preguntas e inquietudes, así como las respuestas que damos acerca de la sexualidad durante los primeros ocho años de vida, no serán las mismas que se presentan a los 9, 10 u 11 años, de manera que, es indispensable que, como madres, padres y cuidadores tengamos claro que la educación sexual tiene que evolucionar y adaptarse a cada etapa de crecimiento.
En esta ocasión te hablaremos acerca de cómo abordar el tema de la sexualidad con niñas y niños que se encuentran en primaria alta, entre los 9 y 11 años; edades que representan la pubertad y con ella, el inicio de una serie de cambios mentales, emocionales y en sus relaciones afectivas. Cambios que continuarán a lo largo de la adolescencia y que van más allá de los físicos.
Para educar y acompañar a tus hijas e hijos en esta etapa, bríndales mensajes que les hagan sentir más seguras/os, habla con ellas/os acerca del miedo al crecimiento y de los cambios que van a ocurrir, dales mensajes positivos acerca de la pubertad y anímalas/os a conocer y comprender su cuerpo. Esto les ayudará a enfrentar los cambios, aceptarlos y manejarlos apropiadamente.
Algunos comportamientos propios de estas edades son:
- Experimentan nuevas sensaciones agradables en su cuerpo, que provocan excitación, emoción e interés.
- Sentimientos románticos hacia sus pares (le gustan o le gustaría mantener un noviazgo).
- Sentimientos románticos hacia adultos idealizados (con fantasía de crecer y entonces, ser novios).
- Se muestran cómodas/os con las expresiones de cariño de figuras cercanas.
- Comprenden la privacidad. Respetan la intimidad de otros y solicitan que respeten la suya.
- Aparece la curiosidad por imágenes de imágenes eróticas. (no videos o pornografía).
- Comprenden y respetan la diversidad de gustos e intereses.
- Surgen dudas respecto a los cambios corporales.
- Las actividades sexuales son comprendidas como un acto de pareja.
¿Cómo acompañarlas/os?
Permíteles y respeta su privacidad.
- Procura su privacidad permitiendo que duerman en una cama independiente.
- Bríndales un cajón personal, dales una toalla propia, cepillo de dientes, loción o crema y peine.
- Respeta su petición de bañarse, cambiarse o ir al tocador solas/os.
- Define reglas de convivencia como tocar las puertas antes de entrar o colocar letreros en ellas. Todas y todos somos merecedores de tener privacidad.
Sentimientos amorosos y de noviazgo.
- Permite que niñas y niños te expresen sus sentimientos cuando están enamoradas/os.
- Puedes compartirles tu experiencia y hacerles sentir comprendidas/os.
- Pregúntales qué las/os hace sentirse especiales con esa persona.
- Refuerza constantemente la idea de que son dignas/os de cariño y respeto.
Nuevas sensaciones.
- Cuando te sientas lista/o, habla con tu hija e hijo acerca de las nuevas sensaciones, incluida la masturbación. Enséñales que sentir es saludable, usualmente se hace en privado y no se puede usar a otras personas para experimentar sensaciones agradables, mucho menos en contra de su voluntad.
- Acepta que tu hija/o está creciendo y, si lo necesitas, habla sobre esto con alguien de tu confianza.
- Intenta recordar tus propias experiencias para que les comprendas mejor.
- Enséñales a descubrir las sensaciones que pueden experimentar con diferentes partes de su cuerpo, por ejemplo, lo placentero que es disfrutar del agua caliente cuando se bañan.
- Nunca les presiones para hablar de sexualidad.
Relaciones de parejas adultas.
- Cuando te pregunten acerca del tema, antes de responder recuerda que, no tienen la visión adulta.
- No hagas ver las relaciones sexuales como algo sucio, malo o feo.
- Evita las comparaciones con animales, pues estos se rigen por su instinto, mientras que en humanos se involucra la afectividad.
Siempre recuerda que, cuando hables de sexualidad con tus hijas e hijos muestra tu afecto y disposición para comprender y resolver sus dudas, escúchales, no te escandalices por lo que puedan decirte y hazles saber que cuentan contigo. Si notas conductas o lenguaje no adecuado a su edad, busca ayuda de un profesional para resolver la situación.
Aura Gabriela Solis Velázquez.
Referencia:
Ortiz, G. (2019). Sexualidad infantil saludable y feliz 8 a 11 años. PESI – EFESA.
ONG Paicabí y Aldeas infantiles SOS. (2016). Abuso sexual entre niños y comportamiento sexual problemático, sugerencias para la comprensión, la prevención y el abordaje diferenciados. Consultado en: https://paicabi.cl/publicaciones/