Primeros pasos para educar en la sexualidad

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Educar en la sexualidad es uno de los aprendizajes más valiosos que podemos brindar a niñas y niños pues de esto dependerá el sano desarrollo de diferentes elementos que confluyen en el ser humano, además es una herramienta indispensable en la prevención de la violencia sexual en la infancia.

Como madres, padres o cuidadores responsables de educar en este tema debemos preguntarnos: “¿para mí qué es la sexualidad?”, de esa respuesta dependerán las enseñanzas que transmitamos a niñas y niños. Debemos de ser consciente de nuestros propios miedos y creencias acerca de ella, eso nos ayudará a modificar percepciones y acompañarles desde un mejor lugar.

Un primer paso es reconocer que hablar de sexualidad no solo se refiere a hablar del cuerpo y sus genitales. Existen cuatro elementos que se relacionan entre sí y la integran:

  1. Género: es todo lo que tiene que ver con ser niña o niño. Está ligado tanto al sexo biológico cómo a los roles culturales, que existen y evolucionan.
  2. Afectividad: la forma en la que niñas y niños generan sus relaciones interpersonales, por ejemplo: la forma en que demuestran su cariño por ti.
  3. Erotismo: su capacidad de disfrutar todo aquello que entra a través de sus sentidos, por ejemplo: sus reacciones cuando comen algo que les gusta mucho.
  4. Reproductividad: la capacidad que tienen de crear y en un futuro de procrear.

Desde el momento en el que niñas y niños nacen incidimos en su sexualidad a través de nuestro lenguaje no verbal que surge cuando les expresamos afecto por medio de cómo la/lo tocamos, besamos y abrazamos, mostrándole la importancia y valor de su cuerpo. Conforme crecen aprenden de lo que observan y oyen de nosotros, y de las respuestas que damos o no a sus dudas.

Existen comportamientos sexuales que son propios de la edad de niñas y niños, conocerlos nos permite guiarles adecuadamente y también, darnos cuenta si observamos algún comportamiento inusual o inapropiado a su edad:

0 – 3 años:

  • Se interesa por lo que sale de su cuerpo, puede investigar su orina y excremento.
  • Puede mostrarse desnuda/o.
  • Tocan sus genitales como una forma de calmarse.
  • Aparece la curiosidad y preguntas por parte del propio cuerpo o el de otros.
  • Hay mayor claridad entre las diferencias del cuerpo de niñas y niños.

3 – 5 años:

  • Tienen mayor claridad sobre la idea o concepto de la privacidad.
  • Se presentan los juegos sexuales (surgen a partir de los 3 años): son juegos de tipo exploratorio que realizan para conocer su cuerpo y sus sensaciones. Estos juegos son saludables si se dan en mutuo acuerdo entre niñas y niños lo que favorece su desarrollo sexual.

Se llevan a cabo entre niñas/os conocidos con quienes comparten otros juegos, suceden de forma espontánea e incluyen conductas como: mirar los genitales, desvestirse, acariciar los genitales del otro, jugar a la mamá, al papá o al doctor.

Si eres testigo de un juego sexual, mantén la tranquilidad y haz preguntas: “¿a qué juegan?”, “¿cómo es el juego?”, “¿qué aprenden con ese juego?; es probable que niñas y niños tengan curiosidad por conocer su cuerpo, enséñales las diferentes partes de este a través de imágenes de niñas/os, explica por qué sus genitales deben considerarse partes privadas y enséñales a detener los juegos cuando dejan de ser agradables.  

5 – 8 años:

  • En caso de no haber recibido educación sexual adecuada, puede haber vocabulario vulgar para hablar de las partes del cuerpo.
  • Existe una mayor conciencia para hacer de lo que la sociedad espera de hombres y mujeres.
  • Se mantienen los juegos sexuales con otros amigos y amigas de manera ocasional.
  • Puede surgir la masturbación como modo de sentir placer, especialmente durante el baño o antes de dormir.

9 – 12 años:

  • Aumenta la necesidad de privacidad e independencia, hay mayor pudor sobre el propio cuerpo.
  • Aparece el interés por las relaciones románticas.
  • Las actividades sexuales (desde caricias hasta el sexo) se comprenden como un acto de pareja o una exploración de sí misma/o.
  • La masturbación se vuelve más frecuente, acompañada de pensamientos o fantasías eróticas.

12 – 18 años

  • Curiosidad de temas de desarrollo y cambios corporales, pero también surgen dudas sobre la respuesta sexual humana (Deseo, excitación, orgasmo, etc.) y sobre la orientación sexual.
  • Interés por material erótico que puede ser usado durante la masturbación que ya es más frecuente y privada.
  • Deseo consciente de iniciar una vida sexual activa con personas de edad similar que les atraen.
  • Pensamiento flexible y crítico a las normas, se integra una postura respetuosa a la diversidad sexual y cuestionan el machismo.

Generalmente las niñas y niños a lo largo de su desarrollo te harán preguntas como: “¿cómo se hacen los bebés?”, “¿por qué yo no tengo pene/vulva?”, “¿qué es el amor?”, etc. Recuerda siempre mantener la calma y crear un espacio de confianza. A continuación, te damos algunos consejos:

  • Averigua lo que saben y lo que necesitan saber.
  • Describe, no expliques desde tu mente adulta, intenta ubicarte en el pensamiento infantil, nombra las cosas por su nombre, pero no hace falta entrar en detalle. Puedes decirle que una mamá y un papá, hacen juntos a un bebé.
  • Aunque es normal que te sientas nerviosa/o, muestra seguridad y tranquilidad al hablar, si no conoces el tema, propón otro momento para contestarle.
  • Si es oportuno abre temas a la conversación como el maltrato y el abuso.
  • Si la niña o niño cree que es un tema malo o se angustia, cálmala/o y hazle saber que es algo positivo, le ayudará a integrarlo de manera natural en su vida.
  • Pon atención a las preguntas si detectas que algunas son muy explícitas o inadecuadas a su edad, no te alteres o des respuestas negativas, averigua de dónde o por qué surgió esa duda.
  • Si en algún momento observas conductas no apropiadas, por ejemplo, que un niño de 7 intente besar a una niña de 3, llámale la atención, pero no lo regañes, castigues o presiones. No te muestres decepcionado/a, enojada/o y, sobre todo, no la/o culpabilices, ten presente que el comportamiento tiene una causa, busca apoyo profesional para manejar la situación, no estás sola/o.

La sexualidad nos permite abrirnos a los demás y experimentar la alegría de una relación desde que somos pequeños, si se nos enseña de forma integral y positiva.

 

Aura Solis Velázquez.

 

Referencia bibliográfica:

- Rubio, E. (1994). Introducción a la sexualidad humana. En: antología para la sexualidad humana. Miguel Ángel Porrúa.

- ONG Paicabí. (2015). Guía sobre conductas sexuales problemáticas y prácticas abusivas sexuales. ONG Paicabí.

- Ortiz, G. (2019), ¿Qué digo? ¿Qué hago? 3 a 8 años. PESI – EFESA.

- Ortiz, G. (2008). Sexualidad infantil saludable y feliz 8 a 11 años. PESI –EFESA.

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