¿Es posible evitar que niños y niñas hagan berrinches?
Las rabietas o berrinches son comportamientos comunes y esperados como parte del desarrollo de niñas y niños; suelen manifestarse los primeros cuatro años de vida y están relacionados con la dificultad que encuentran para expresar sus sentimientos y emociones: algo que les duele, que les asusta, que les hace sentir tristeza, enojo o frustración.
Los berrinches son la señal clara de que es tiempo de comenzar a enseñarles cómo autorregularse pues no saben hacerlo solos. Tú puedes ayudarles y acompañarles a comprender qué sienten y cuáles son las formas adecuadas de expresarlo. Lo más importante, pero también lo más difícil, es que conserves la calma.
Te compartimos algunas de las situaciones más comunes en que niñas y niños hacen rabietas, así como consejos que pueden ayudarte:
• Aprender a seguir reglas y límites.
Tip: Niñas y niños se comportan de una mejor forma cuando tienen en mente los límites a respetar y las condiciones de las actividades que desempeñan. Esfuérzate en establecer límites y reglas acordes a su edad y acompáñales para que aprendan a seguirlos.
• Interrupción en sus actividades o cambios en sus rutinas cotidianas.
Tip: Niñas y niños requieren de contar con rutinas que apoyen el desarrollo de sus hábitos y por ende su equilibrio emocional. Avisarles con tiempo suficiente que cambiarán de actividades evitará sorpresas y malos ratos para ambos. En caso de que no puedas anticiparte a dichos cambios, siempre puedes utilizar estrategias como el diálogo, la distracción y el juego para introducirlos en la siguiente actividad.
• Aprender a compartir con los demás.
Tip: Tener presente que esta actitud se aprende a base de ensayo y error y el tiempo será tu mejor aliado, por tanto es necesario te armes de gran paciencia para guiarles poco a poco a través del diálogo, ejemplos o cuentos donde ellos y ellas sean partícipes, hasta la práctica de la manera en que pueden compartir con los demás a través de la amabilidad y palabras como “por favor” y “gracias”, aplicándolo a pertenencias personales, alimentos y actividades.
• Dificultad para controlar sus sentimientos y emociones antes de la hora de tomar sus alimentos.
Tip: En caso de algún retraso en su horario de alimentación te sugerimos tener refrigerios o colaciones para evitar que surjan las sensaciones de malestar por hambre.
• Ante el cansancio pueden verse irritables con mayor facilidad y reaccionar ante estímulos menores.
Tip: Si habrá días con mucha actividad te sugerimos que consideres tiempos o momentos para que puedan tomar una siesta o tener un breve espacio de relajación que evite el berrinche. En los casos de hambre y fatiga puede ser un poco más complicado contener un berrinche, pues el malestar es una sensación física que no pueden ignorar.
Cuando te sientes confrontado o confrontada por una rabieta, puede resultar muy sencillo perder el control y reaccionar de tal forma que se haga más complicado. El punto clave para hacer que sucedan con menor intensidad y frecuencia, es mantenerse atento a las necesidades de niñas y niños, porque así aprenderás a identificar los momentos en que puede presentarse un berrinche y posiblemente puedas “adelantarte” o hacer algo para evitarlo o disminuirlo.
Autor: Lewis Iván Núñez Alcántara
Psicólogo, tanatólogo, coach y especialista en formación de Análisis Existencial y Logoterapia.