¿Cómo educar con equidad a niños y niñas?

¡Los niños no tienen que llorar!, ¡las niñas bonitas se portan bien!, ¡el rosa es para niñas y el azul para los niños!, ¡las niñas juegan con muñecas y los niños con carritos! En algún momento todos hemos escuchado o mencionado alguna de estas frases, las cuales, cotidianamente son usadas como parte de la educación de niños y niñas, sin embargo, su uso ha demostrado tener un impacto adverso en su sano desarrollo.
Prácticamente, desde el nacimiento -y en ocasiones, incluso intraútero- las madres, padres o cuidadores comienzan a asignar determinadas actitudes, conductas y expectativas a niños y niñas, para diferenciar el hecho de pertenecer al género masculino o femenino. Usualmente, a las niñas se les educa para ser sensibles, dependientes, pasivas y obedientes, mientras que, de un niño se espera independencia, rudeza, fuerza y agresividad.
Pero, ¿qué pasa cuando se les educa para apegarse a esos estereotipos y convencionalismos?, los niños y niñas pueden llegar a desarrollar fuertes sentimientos de tristeza, enojo, frustración e inseguridad, al verse limitadas sus capacidades y habilidades porque él o ella no puede, o no está bien hacerlo por el hecho de ser niño o niña. Otras repercusiones pueden ser conductas agresivas tanto hacia sí mismos, como hacia los demás, a modo de expresión de su malestar por verse obstaculizado el cumplimiento de su deseo. De igual manera, muchos niños y niñas pueden desarrollar una baja autoestima al tener la percepción de no cubrir con las expectativas que los demás esperan de ellos, o sentirse desorientados e incongruentes frente a lo que les gustaría hacer y “lo que les es permitido o bueno” según su género, impactando también en la manera de identificarse y relacionarse con las personas a su alrededor.
Por todas esas razones, te presentamos algunos sencillos y prácticos tips que te ayudarán a educar a niños y niñas con equidad, en pro de obtener un desarrollo emocional, afectivo y psicológico sano y equilibrado.
• Enséñales que todas las personas somos valiosas y únicas, con talentos, destrezas y capacidades propias, pero con múltiples posibilidades sin importar si somos hombres o mujeres.
• Crea en tu hogar o escuela, un espacio donde sean respetadas y valoradas las diferencias, por ejemplo, otorgando reconocimiento, teniendo privilegios y estableciendo límites, indistintamente al género de pertenencia.
• Motiva que niños y niñas expresen el ser “ellas y ellos mismos” reconociendo sus propias habilidades y aptitudes y apoyándoles en la realización de actividades que las fortalezcan.
• Propicia el involucramiento por igual de niños y niñas, hombres y mujeres, en las tareas cotidianas de la casa y la escuela.
• Permite que ellos escojan libremente su ropa, juegos y pasatiempos sin que el ser niño o niña los condicione.
Y lo más importante, recuerda ser ejemplo para tus hijos de relaciones y convivencias basadas en el respeto, la equidad y el amor.